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      Las buenas razones para instalar un cubrecolchón en tu cama

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      Si sueñas con noches de descanso más reparadoras, sin dolores al despertar, ¡no hace falta que pienses en cambiar tu colchón ni tu somier! Invierte en un cubrecolchón. Aliviar los puntos de presión, prolongar la vida útil del colchón o regular mejor la temperatura corporal: conoce las ventajas de un cubrecolchón, el accesorio por excelencia para ir a la cama.

      ¿Qué es un cubrecolchón?

      Antes de abordar los detalles prácticos, veamos qué es un cubrecolchón y por qué es útil. Aquí tienes todos los detalles sobre este imprescindible.

      ¿Qué es un cubrecolchón y para qué sirve?

      Un cubrecolchón es un accesorio de cama que se coloca directamente sobre el colchón, debajo de la sábana bajera. Esta capa adicional mejora significativamente la comodidad al dormir.

      Adopta una solución sencilla y económica para mejorar tus noches sin invertir en un nuevo colchón. El cubrecolchón tiene varias funciones. Ofrece una sujeción adicional adaptada a tus necesidades, mejorando la recepción de la cama y el confort en su superficie y aliviando los puntos de presión, especialmente en los hombros, la espalda y las caderas. También ayuda a prolongar la vida útil de tu colchón, protegiéndolo del desgaste, las manchas y la deformación. Regula la temperatura corporal, según el modelo que elijas, y actúa como barrera contra bacterias y alérgenos.

      Diferencias entre un cubrecolchón y un protector de colchón

      A diferencia del cubrecolchón, que está diseñado para aumentar tu comodidad, el protector de colchón es una funda impermeable. Este último proporciona una protección adicional para proteger el colchón del desgaste y de las manchas. Es más fácil de lavar que un cubrecolchón, porque se puede lavar a máquina.

      Las cuatro principales ventajas de un cubrecolchón para tu cama

      ¿Aún dudas de la utilidad de un cubrecolchón para su cama? Sigue leyendo Aquí te presentamos cuatro buenas razones para enamorarte de este accesorio.

      1. Mejora la calidad del sueño

      ¿Sabías que invertir en un cubrecolchón puede repercutir positivamente en tu salud? Dormir en un cubrecolchón contribuye a mejorar la calidad de vida y ayuda a estimular la circulación sanguínea, limitar el riesgo de alergias y reducir los dolores de espalda y articulaciones.

      Nota: sea cual sea tu posición preferida para dormir, un cubrecolchón te garantiza un descanso cómodo y adaptado a tu físico

      2. Alarga la vida útil de tu colchón

      Un cubrecolchón también es un accesorio de cama eficaz para preservar el rendimiento y la vida útil de tu colchón. Actúa como una barrera protectora contra las manchas accidentales, la fricción, la deformación causada por la presión corporal, los sudores nocturnos y el movimiento durante el sueño.

      3. Regula tu temperatura corporal durante el sueño

      La mayoría de los cubrecolchones están diseñados para regular la temperatura corporal durante la noche. Estos cubrecolchones denominados «termorreguladores» están fabricados con materiales que permiten una ventilación óptima. Para dormir sin pasar demasiado frío ni demasiado calor, elige un cubrecolchón de calidad.

      4. Mantiene una cama sana

      Otra ventaja del cubrecolchónes su calidad higiénica. Actúa como separación entre tu cuerpo y el colchón. Esto limita la proliferación de bacterias y ácaros tanto en el interior como en el exterior del colchón. Además, es más fácil lavar un cubrecolchón que un colchón.

      Nuestro consejo: compra un cubrecolchón y ahorra. No necesitarás sustituir el colchón de inmediato.

      ¿Cómo elegir el cubrecolchón adecuado?

      A la hora de elegir el mejor cubrecolchón, hay que tener en cuenta varios aspectos. Comprueba sus dimensiones, grosor, densidad, los materiales utilizados en su fabricación y su tecnología básica. En Vente-unique, nos comprometemos a ofrecerte una amplia gama de cubrecolchones para satisfacer todas tus necesidades.

      Las dimensiones de un cubrecolchón

      El tamaño del cubrecolchón debe adaptarse al tamaño del colchón. La superposición precisa de los dos equipamientos te garantiza un confort a la altura de sus expectativas. En general, las marcas de camas ofrecen a sus clientes cubrecolchones que se ajustan a las dimensiones de los colchones y somieres que venden.

      Encontrarás un cubrecolchón con las dimensiones adecuadas entre estos:

      Los tipos de relleno

      El relleno aporta la forma y comodidad al cubrecolchón. Puede ser natural, bío (látex, algodón, plumón o bambú) o sintético, como la espuma.


      El más conocido, el de espuma, es hipoalergénico y ofrece una sujeción corporal reconocida, así como una buena evacuación del calor corporal. Para disfrutar de un mayor frescor, especialmente en verano, el cubrecolchón de algodón ofrece un buen confort y una excelente regulación térmica.

      En la gama de rellenos bío, te recomendamos la lana, el látex o el bambú. La primera es conocida por su calidez y su tejido bien ventilado. El segundo por su firmeza y buena sujeción para la espalda. El tercero proporciona calor, comodidad y absorción de la sudoración.

      Las diferentes tecnologías de los cubrecolchones

      Porque tu comodidad nocturna es nuestra prioridad, te ofrecemos una amplia gama de cubrecolchones con tecnologías innovadoras, desde cubrecolchones de espuma viscoelástica (ideales para una sujeción ergonómica total), hasta cubrecolchones reversibles que también tienen un lado de espuma viscoelástica, pero que, al darles la vuelta, revelan una zona de gel refrescante que puede utilizarse durante la temporada de verano. Para un confort más mullido y una buena distribución del peso, también puedes optar por un cubrecolchón compuesto de fibras.

      ¿Qué grosor debe tener un cubrecolchón?

      El grosor de un cubrecolchón debe ser inferior al de un colchón convencional. Para responder a las necesidades de confort en la cama de cada uno, selecciona el espesor entre varias opciones:

      ¿Cuál es la densidad ideal de un cubrecolchón?

      La densidad de un colchón o cubrecolchón es su peso de relleno sobre una superficie definida. Se expresa en gramos o kilogramos por metro cúbico (gr/m3 o kg/m3). Determina su nivel de sujeción y comodidad. Para un cubrecolchón ligero y envolvente, adecuado para el descanso ocasional, recomendamos una densidad baja, de 20 a 30 kg/m3. Para un cubrecolchón ligeramente firme, se recomienda una densidad media de 30 a 50 kg/m3. Por último, para un cubrecolchón de espuma viscoelástica con buena firmeza, opta por la densidad más alta, de 50 kg/m3 o más.

      Nuestro consejo: a la hora de elegir la densidad de tu cubrecolchón, ten en cuenta tu físico, tus preferencias a la hora de dormir y el estado de tu colchón.

      Nota: ¿el físico de tu pareja es realmente diferente al tuyo (más de 15 kg de diferencia)? Invierte en dos cubrecolchones individuales para mayor comodidad.

      Compatibilidad e instalación de un cubrecolchón

      El cubrecolchón destaca por su capacidad para adaptarse a la mayoría de los tipos de colchón. Es apto para colchones de muelles, de espuma y de látex.

      Para un colchón de espuma o de látex, elige espuma viscoelástica. Para un colchón de muelles, se recomienda un cubrecolchón firme.

      También puedes instalar un cubrecolchón en un sofá cama, siempre que sea lo bastante fino para no obstruir el cierre. Limita los problemas de deslizamiento con un modelo con bandas antideslizantes o correas elásticas. Cubre el dúo colchón/cubrecolchón con una sábana bajera clásica con copas suficientemente grandes.

      ¿Cómo cuidar el cubrecolchón?

      Disfrutar de un cubrecolchón limpio y sano es aún mejor. ¿Cómo hacerlo? Apuesta por el cuidado regular:

      ¿Qué presupuesto necesito para instalar un cubrecolchón en la cama?

      El precio de un cubrecolchón depende de varios factores. Los precios varían en función del espesor, la calidad de fabricación y los materiales utilizados. La espuma viscoelástica cuesta entre 150 y 300 €. Para el látex natural, necesitarás entre 100 y 400 €. Los precios de un cubrecolchón de algodón o lana oscilan entre 80 y 200 €. Los de microfibra, los encontrarás a partir de 30 €.

      Como puedes ver, invertir en un cubrecolchón no es ni mucho menos una compra superflua. Para elegir con conocimiento de causa, debes pensar en tus necesidades personales y en el tipo de material que deseas. ¿Ya tienes una idea en mente? ¡Descubre ya nuestra selección de cubrecolchones!

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