La instalación de una cochera comprada sin montar es algo al alcance de cualquier «manitas» y constituye una solución excelente para proteger tu vehículo si no cuentas con un garaje cerrado y permanente. Los fabricantes rivalizan en ingenio para ofrecerte una verdadera diversidad de materiales y cubiertas: el resultado es una solución práctica que no trastocará la estética de tu casa. ¿Cómo elegir bien?
¿Tu casa no tiene garaje? A diferencia de un local cerrado, la cochera está completamente abierta al exterior, pero eso no quiere decir que no proteja tu vehículo contra las inclemencias del tiempo y otras molestias, como los excrementos de pájaro.
La elección de una cochera es lógicamente menos costosa que una construcción sólida, y también es posible que tenga un menor impacto en tu seguro de vivienda o en el importe de tu impuesto sobre bienes inmuebles.
Eso sí, no olvides tener en cuenta la normativa de urbanismo aplicable, ya que seguramente debas solicitar un permiso administrativo para su instalación. En cualquier caso, consulta a tu ayuntamiento para conocer las modalidades exactas.
En la actualidad, existen dos grandes familias de cocheras. La elección del modelo más adecuado dependerá principalmente del lugar donde vayas a instalarla:
Debido a su anchura más importante, la cochera para dos coches se apoya sobre al menos tres postes, en su versión adosada, y sobre seis postes —o incluso más— en su versión autónoma.
La cochera de madera es el modelo más extendido en el mercado, debido, entre otras cosas, a su estética, su facilidad de instalación y su precio razonable. En cualquier caso, procura elegir una madera con tratamiento autoclave y preparada para estar expuesta al aire libre: disfrutarás de un producto imputrescible y con una excelente resistencia a las agresiones de la climatología y de los insectos.
Por otra parte, la madera te permite elegir entre conservar un tono de cochera natural o, al contrario, completar el acabado con unas cuantas capas de pintura: la cochera gris y la cochera blanca gozan también de gran popularidad y resultan bastante neutras.
La cochera de aluminio, por su parte, no requiere prácticamente ningún mantenimiento y presenta menos limitaciones que la madera. Su maleabilidad le permite adoptar las formas más audaces y originales, como techos ligeramente abombados. Por último, el universo de la cochera de metal incluye también modelos con estructura de acero galvanizado, más pesada, pero también más robusta que el aluminio.
El revestimiento de la cubierta de la cochera tiene una incidencia sobre su permeabilidad. Muchos de los modelos normalizados para el público en general apuestan principalmente por el PVC o el policarbonato. Ambos tienen la doble ventaja de ser materiales bastante baratos y muy ligeros, por lo que solicitan menos al muro de carga o los postes.
Pero también es posible encontrar cubiertas de cochera con la misma diversidad que para los tejados de las casas: tablillas, chapas onduladas de acero o tejas y pizarras. En cualquier caso, se recomienda elegir un material armonioso con el edificio principal o, como mínimo, consultar el plan local de urbanismo para informarse sobre la existencia de posibles restricciones.
Una cochera barata y de madera resulta asequible para la mayoría de bolsillos. Existen modelos sin montar a partir de solamente 300 €, aunque, a ese precio, no siempre se incluyen las fijaciones, y es posible que tengas que comprar el revestimiento de la cubierta por separado. Los modelos de gama alta, especialmente los de aluminio, presentan un coste más elevado, y pueden llegar a venderse por hasta 3000 o 4000 €.
No esperes para proteger adecuadamente tu vehículo y elige tu futura cochera o cubrecoche entre los modelos disponibles en Venta Única.
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