Sauna de infrarrojos Saulo - Francia Sauna - 1 persona - 90 x 90 x 190 cm - Madera de abeto - 1 plaza

Un descanso relajante para ti mismo

Enfréntese a la vida desde un nuevo ángulo y cree una burbuja para usted solo en la que pueda liberar tensiones, respirar y encontrarse a sí mismo. Saulo puede ayudarle a conseguirlo. Una sauna individual que puede colocar en un espacio reducido para convertirlo en un completo lugar de relajación: un cuarto de baño, una habitación habilitada para su bicicleta estática o incluso junto al spa que mandó instalar el año pasado.

Esta sauna de infrarrojos le ofrece todos los beneficios de una sauna profesional en una cabina compacta diseñada para su uso personal. Un respaldo ergonómico le invita a sentarse y disfrutar de todos los beneficios de los rayos de cuarzo en toda la espalda, en un espacio acunado por el reconfortante calor de los paneles de carbono.

Su relajación se complementa con una liberación mental gracias a la música de su elección que suena en el interior de la sauna y a una iluminación adaptada a la comodidad de la lectura.

El diseño compacto de Saulo ofrece numerosas ventajas. Esta sauna doméstica se instala fácil y rápidamente en los espacios más reducidos. Utilícela para optimizar su espacio vital y crear una cómoda zona de bienestar.

El diseño compacto de Saulo ofrece numerosas ventajas, entre ellas la facilidad de instalación.

Esta sauna de infrarrojos puede instalarse en 30 minutos. No obstante, le recomendamos que pida ayuda a un amigo o vecino. Tendrán que sujetar los paneles laterales mientras usted los fija en su sitio.

Los receptores de nuestra piel responden de forma natural a los efectos terapéuticos de los rayos infrarrojos, que pueden dividirse en tres tipos -IR-A, IR-B e IR-C-, algunos de los cuales favorecen la sudoración, mientras que otros liberan su calor más profundamente en los músculos y las articulaciones.

El cuarzo emite todo el espectro infrarrojo, pero con una mayoría de ondas IR-A y B. Al ser ondas cortas, actúan justo a la altura de la piel. Al ser ondas cortas, éstas actúan justo en el corazón del sistema músculo-articular, proporcionando un alivio profundo a todo el cuerpo para sesiones de relajación intensas.

El calor de una sauna de infrarrojos es inferior al de una sauna de vapor, entre 40 °C y 60 °C.

El banco Saulo tiene un respaldo suavemente inclinado que invita a la relajación total. Con la cabeza en reposo y la espalda apoyada, podrá perderse en sus pensamientos. Es un momento de bienestar en el que se liberan todas sus tensiones, tanto mentales como físicas.

El abeto que utilizamos para fabricar nuestras cabinas de sauna procede de bosques gestionados de forma sostenible. Además de su rara elegancia, esta especie altamente aromática despierta todos sus sentidos olfativos.

La picea posee una belleza y suavidad naturales que se combinan con su capacidad para soportar variaciones de temperatura, así como sus propiedades antifúngicas y antibacterianas únicas.