Crear un espacio propicio al bienestar en casa no es imposible, siempre que sepas lo que buscas y, sobre todo, el ambiente que quieres crear. Si quieres crear una habitación con un ambiente acogedor y relajante, puedes empezar utilizando una iluminación tenue, como velas o luces de baja intensidad, y elementos decorativos artesanales o naturales, como piedras, plantas y madera. Todo combina armoniosamente para crear un equilibrio visual relajante.
Ahora que ya hemos preparado el terreno, pasemos al equipamiento que formará parte de tu zona de relajación y será la fuente activa de tu bienestar. Cuando pensamos en relajación, enseguida nos viene a la cabeza un día en el balneario, una tarde en la sauna o un buen masaje. Pero aprovechar regularmente estas escapadas implica reservarlas con antelación y disponer de un presupuesto determinado. ¿Y si te dijéramos que puedes disfrutar de todas tus ventajas en cualquier momento, desde la comodidad de tu propia casa? Sólo necesitas un sillón de masaje, ducha con opción de baño turco, sauna o jacuzzi. Veamos con más detalle las características y ventajas de este equipo para relajarse los fines de semana en casa.
Hay dos opciones si quieres instalar un jacuzzi (también conocido como spa) en tu espacio de relax en casa: el jacuzzi rígido y el jacuzzi hinchable. Ambos tipos de piscina están equipados con boquillas que proyectan diferentes intensidades de chorros de agua, así como control termostático, para que puedas disfrutar de un baño de hidromasaje a la temperatura deseada. Cada modelo tiene sus propias ventajas, y es importante conocerlas antes de elegir.
El jacuzzi hinchable ofrece flexibilidad de instalación: se puede instalar tanto en interiores como en exteriores. Fácil de instalar y desmontar, puede alojar de 4 a 6 personas. El spa hinchable es más asequible que el jacuzzi rígido, lo que lo convierte en una opción interesante para quienes desean disfrutar de los beneficios de un jacuzzi sin gastarse una fortuna.
En cuanto al jacuzzi rígido, es un equipo duradero con paredes duras y fijas. Esto significa que una vez que hayas instalado tu spa rígido, será difícil moverlo. Sin embargo, no tendrás que desplegarlo e inflarlo antes de cada uso. La mayoría de los modelos tienen mayor capacidad que los spas hinchables. Todos estos factores hacen que la bañera de hidromasaje rígida sea la alternativa más cara.
Originaria de Finlandia, la sauna es una práctica de baño de calor seco producido por piedras calentadas con una estufa de leña o eléctrica. La temperatura en una sauna tradicional puede alcanzar los 110° C, con una humedad bastante baja, en torno al 25 %. Se reconoce por su pequeña cabina de madera de cedro, pino o abeto, con bancos de madera para que los usuarios puedan disfrutar de los beneficios de la sauna sentados o tumbados.
El calor de la sauna es beneficioso tanto para el cuerpo como para la mente. En particular, relaja los músculos y hace sudar a los usuarios, abriendo los poros de la piel y eliminando toxinas. La sauna es un medio eficaz para aliviar los dolores y molestias causados por la actividad física intensa, o simplemente para acelerar la recuperación después del ejercicio.
Para quienes no soportan el calor intenso de una sauna tradicional, pero quieren disfrutar de los beneficios y la relajación que proporciona, existe una solución cuyo concepto nos llega directamente de Japón: la sauna de infrarrojos. Esta variante moderna tiene las mismas características principales: una cabaña de madera equipada con bancos para varias personas. La diferencia radica en su funcionamiento: utiliza la radiación infrarroja para dar a los usuarios una sensación de calor sin sobrecalentar el aire ambiente.
Ya sea tradicional o de infrarrojos, una cabina de sauna es una forma fácil de relajarte en tu propia casa. Sólo necesitas un poco de espacio: una sauna de una o dos plazas sólo ocupará 1 m² del suelo de tu casa.
Después del jacuzzi y la sauna, el hammam es otro equipo de bienestar que puedes instalar fácilmente en tu casa. Originaria del Magreb y Oriente Próximo, se trata de una habitación hermética, tradicionalmente de cerámica, en la que se difunde vapor caliente. A diferencia de la sauna, la temperatura del hammam es más suave, generalmente entre 35 y 50 °C, con un nivel de humedad muy elevado, en torno al 100 %.
El hammam tiene varios beneficios: abre los poros de la piel gracias al calor y la humedad, para ayudar a eliminar toxinas y bacterias del cuerpo. Además, es ideal para exfoliar, ya que el vapor que genera facilita la eliminación de las pieles muertas acumuladas. También proporciona un excelente momento de relajación para el cuerpo y la mente.
Instalar un hammam en casa es una forma inteligente de relajarse, ya que existen cabinas de ducha con función de hammam, por lo que puedes utilizarla a diario para ducharte y regularmente para relajarte y cargar pilas gracias a su modo hammam.
Como una escapada relajante no está completa sin un masaje, no hace falta decir que tu zona de bienestar está equipada con un sillón de masaje para que puedas mimar tu cuerpo de la cabeza a los pies y cargar pilas.
Los sillones de masaje están especialmente diseñados para seguir las curvas del cuerpo y reproducir las sensaciones de un masaje manual. Los rodillos masajeadores y otros mecanismos integrados se colocan para dirigirse a las zonas de la espalda, los brazos, las piernas e incluso el cráneo que lo necesiten. Los diferentes programas de masaje te permitirán disfrutar de un masaje personalizado que se adapte a tus necesidades. Es perfecto para relajar los músculos después de una intensa sesión deportiva o simplemente para relajarte al final del día o de la semana.
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