El somier no es sólo un mueble que se pone para facilitar el acceso al colchón, que generalmente se considera la parte más importante de la cama. Ni mucho menos. Desempeña un papel esencial para garantizar un sueño tranquilo: absorbe una gran parte de los movimientos, para garantizar que se desarrollen sin problemas durante toda la noche.

Por otro lado, eleva el colchón para asegurar una buena ventilación y evacuar la humedad que produce el cuerpo mientras duermes. Porque si tu colchón se colocara en el suelo, pronto te enfrentarías a la proliferación de moho. Un somier también ayuda a prolongar la vida del colchón, ya que proporciona un soporte adicional y distribuye el peso de forma más uniforme por toda la superficie. Esto también mejora enormemente tu comodidad al tumbarte.

Pero no basta con elegir cualquier somier para dormir bien. Cada uno tiene sus propias ventajas, que pueden no ser adecuadas para todas las personas. Para que lo veas más claro, aquí tienes un resumen de los distintos somieres y sus características especiales.

Los diferentes tipos de somieres

La base de muelles

Contrariamente a lo que se podría creer, no todos los somieres son iguales. Existen dos modelos en esta categoría: el somier de muelles bicónicos y el somier de muelles ensacados.

El primero, también conocido como somier de muelles libres, es más firme en el centro y ofrece un gran confort. Combinado con un colchón de muelles, un somier con muelles bicónicos es especialmente adecuado para personas de complexión pesada. Pero tiene un inconveniente notable: no ofrece un alto grado de independencia para dormir. Todos los movimientos se transmiten a la persona que comparte la cama.

El somier de muelles ensacados se compone de muelles colocados en bolsas de tela, que proporcionan un mejor apoyo para tu cuerpo. Esta característica prolonga la vida útil del somier. Además, limita la transmisión de movimientos, por lo que podrás dormir con mayor independencia, incluso si tu pareja tiene un sueño agitado. Un somier de muelles ensacados debe combinar con un colchón de muelles para sacarle el máximo partido.

El somier de láminas

En general, los somieres de láminas tienen la importante ventaja de garantizar una buena ventilación del colchón, lo que evita los problemas antes mencionados.

En cuanto a los somieres, también puedes elegir entre varios modelos. Existen dos tipos de láminas que pueden soportar el colchón: las láminas pasivas y las activas.

El somier pasivo está considerado como el somier clásico por excelencia. Sus planchas, de grosor variable, son rígidas y confieren al colchón cierta firmeza.

El somier activo está formado por láminas flexibles y dinámicas que permiten que el colchón siga tus movimientos durante la noche. Además, dispone de reguladores de firmeza que, como su nombre indica, permiten ajustar la firmeza de las láminas.

El marco de listones

Este tipo de somier, formado por lamas generalmente activas, no se puede instalar solo ni con la ayuda de una pata, sino que debe apoyarse en una estructura de cama.

El somier tapizado

Bajo la denominación somier tapizado se esconden diferentes tipos de somier, ya que la madera maciza que compone su armazón puede soportar suspensiones de láminas o de muelles. Su particularidad es el tejido protector que lo recubre, llamado coutil. Protege el somier, para hacerlo más resistente y duradero.

El somier canapé

El somier canapé, como su nombre indica, sirve tanto de base para el colchón como de caja de almacenamiento. Aprovecha al máximo el espacio de tu dormitorio. Suele estar equipado con un sistema de elevación para facilitar el acceso al espacio de almacenamiento bajo el colchón. Puedes guardar ropa de cama, mantas adicionales, ropa fuera de temporada, juguetes de los niños, etc. La mayoría de los somieres tienen láminas que se adaptan a todos los colchones.

El somier reclinable eléctrico

El somier reclinable eléctrico, también conocido como somier reclinable, es una alternativa cada vez más popular. Este somier tiene la ventaja de ser regulable gracias a uno o varios motores que permiten ajustar la posición de la cabeza, el torso y las piernas para una relajación y un confort óptimos. Es ideal para leer, ver la televisión o simplemente relajarse en una postura cómoda. Existen dos tipos principales de somieres eléctricos:

• El somier reclinable de láminas: Está formado por un número variable de láminas que, al igual que en un somier activo, puede incluir reguladores de firmeza para ajustar el nivel de apoyo que ofrece cada lámina.
• El somier de platos: Este somier utiliza rótulas suspendidas, una tecnología de vanguardia que permite que tu cama siga cada movimiento de tu cuerpo. Estos platos son totalmente móviles para ayudarte a ajustar tu posición.

Tamaños de somieres

Al igual que ocurre con los colchones, existen medidas estándar para los distintos somieres, ya sean de láminas, de muelles, de muelles ensacados o eléctricos. Debes elegir las dimensiones en función del tamaño de tu colchón, por supuesto, pero sobre todo en función del tamaño de su(s) ocupante(s):

• El somier de 70x190 cm es adecuado para un niño
• Los somieres de 80x200 cm, 90x190 cm y 90x200 cm son más adecuados para adolescentes, pero también los pueden utilizar niños o adultos.
• Los somieres de 120x190 cm y 100x200 cm son los más adecuados para una sola persona.
• Y las camas de 140x190 cm, 160x200 cm, 180x200 cm y 200x200 cm son perfectas para una pareja (o una persona sola que quiera mucho espacio).

Ten en cuenta que las parejas con hábitos de sueño diferentes siempre pueden utilizar dos somieres individuales: dos somieres de 80x200 cm, por ejemplo, te permitirán construir una cama de 160x200 cm.