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Los cuentos de hadas tenían razón: ¡los espejos son objetos realmente mágicos! Añadir unos cuantos a tu interior puede bastar para transformarlo por completo y añadir profundidad a tus estancias. Y sus superficies reflectantes los hacen aún más brillantes.
Las cualidades reflectantes de los espejos los convierten en un aliado inestimable para las habitaciones pequeñas de tu hogar. Aportan claridad al duplicar la luz, lo que ayuda a combatir el efecto cavernoso que puede crear la falta de luz. Además, crean una ilusión óptica al ampliar las líneas de perspectiva de las habitaciones pequeñas y dar la ilusión de ser mucho más grandes y espaciosas de lo que realmente son. El efecto será aún mayor si utilizas más espejos o instalas un espejo grande en el suelo.
La entrada y el cuarto de baño son dos zonas en las que el espejo desempeña un papel esencial. De hecho, estas dos zonas de la casa se utilizan generalmente para arreglarse y comprobar el reflejo antes de salir de casa.
En el cuarto de baño, la elección del espejo puede variar en función de las necesidades. Algunas personas prefieren espejos con iluminación incorporada, perfectos para maquillarse o afeitarse. Otros optan por espejos con almacenaje incorporado, útiles para organizar productos de belleza y accesorios de baño.
En la entrada, un espejo de pared te da una última oportunidad de comprobar tu aspecto antes de salir de casa.
La elección entre un espejo basculante y un espejo de pared depende esencialmente de tus necesidades y del espacio disponible.
El espejo basculante, también conocido como espejo de pie, es especialmente práctico por su estructura autoportante: no hace falta colgarlo. Ofrece una visión completa de la cabeza a los pies, y es especialmente popular para comprobar un atuendo antes de salir. Fácil de mover, se puede utilizar en diferentes habitaciones.
En cambio, los espejos de pared requieren una instalación fija. Más común, se integra fácilmente en cualquier habitación. Sin embargo, debe instalarse con cuidado de antemano para evitar problemas como agujeros innecesarios en la pared.
El estilo y la forma de tu espejo dependerán de tus gustos y de la distribución de tu casa. Los espejos rectangulares son más tradicionales y aportan una forma estructurada a tu habitación. Son ideales para salones o dormitorios. Mientras que los espejos redondos ofrecen un toque suave y moderno a tu decoración. Pueden integrarse fácilmente en un cuarto de baño o un pasillo. En cuanto a los espejos pequeños, son perfectos para espacios pequeños o para añadir un toque decorativo sin abarrotar tu habitación.
Espejos clásicos, espejos industriales, espejos dorados... hay multitud de modelos y estilos para todos los gustos y estilos de decoración. Tú eliges el que mejor te convenga.
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