Ratán, lino, junco, arenisca, yute, bambú... los materiales naturales se han instalado en nuestra decoración y no están dispuestos a abandonarla. Estos materiales combinados con las plantas de interior aportan un tono rústico, auténtico y refrescante a nuestro interior.
Invitándonos a volver a nuestras raíces, esta tendencia favorece los materiales vegetales y crudos y sitúa las piezas artesanales en el corazón de la casa, como un sillón de ratán o un cabecero de caña. Esta tendencia también se puede encontrar en el exterior con, por ejemplo, los muebles de jardín de bambú. Estos materiales se suman al movimiento slow life proponiendo un consumo razonado con muebles sostenibles fabricados con materiales de calidad y fácilmente reciclables, más respetuosos con el medio ambiente.