¿Alguna vez has pasado una tarde de televisión sentado en el sofá, con el plato en precario equilibrio sobre la rodilla mientras intentabas beberte tu bebida sin derramar todo el contenido? Una tarea ciertamente peligrosa, pero no cuando se tiene una mesa de centro. Su utilidad está más que demostrada: platos, juegos de mesa, libros, adornos, tazas... Es el lugar perfecto para colocar todo lo que necesitas para pasar una buena mañana, una tarde agradable o una excelente velada en tu salón. Sobre todo porque hay modelos que se adaptan a tus necesidades más específicas. Si necesitas desplazar tu mesa con facilidad, puedes optar por una mesa de centro con ruedas. Con una mesa de centro con espacio de almacenaje mantendrás tus pertenencias ordenadas y lo esencial de tu salón en orden. Los nichos y cajones, ingeniosamente dispuestos, ofrecen mucho espacio de almacenamiento. Para los amantes de la vida social y las veladas con amigos, algunas mesas de centro incorporan cajones laterales, perfectos para guardar botellas y crear un minibar en casa. Ahora sólo tienes que averiguar qué tipo de mesa de centro se adapta mejor a tu salón.

Los diferentes estilos y diseños de mesa de centro

La mesa de centro industrial: lo mejor de la madera y el metal

La mesa de centro industrial se inspira en el mundo obrero y los talleres de principios del siglo XX. En aquella época, las fábricas necesitaban materiales resistentes para realizar su trabajo. El estilo industrial modernizado combina las dos materias primas más populares de la época: el metal y la madera. En el caso de las mesas de centro, el metal suele formar las patas del mueble, sobre las que descansa un tablero o cajón de madera maciza. El resultado es un mueble sobrio y robusto que aporta un toque chic y moderno a tu salón.

La mesa de centro escandinava: todo sobriedad

La mesa de centro escandinava, al igual que el estilo del que toma su nombre, favorece las formas geométricas sencillas, a veces con esquinas redondeadas para aportar más suavidad al mueble. Se reconoce, entre otras cosas, por el particular ángulo que forman sus patas orientadas hacia el exterior, lo que le confiere mayor estabilidad. En cuanto al material con el que está fabricada, la mesa de centro escandinava suele ser de una madera de tonos más bien claros, lo que aporta luminosidad a tu salón. Combina de maravilla con tonos pastel y aporta un toque relajante a la decoración.

Mesa de centro de ratán: vintage al natural

El ratán vuelve con fuerza a nuestros salones en forma de mesas de centro. Material cálido y natural, el ratán se adapta a todos los estilos de interior, desde el más bohemio hasta el más contemporáneo, y aporta un agradable toque vintage. La mesa de centro redonda de ratán es una opción para tener en cuenta por su aspecto y su capacidad para suavizar espacios angulares. Las tiras de ratán que componen la mesa de centro la hacen ligera y más fácil de mover que una mesa de madera o metal. También puede colocarse una encimera de cristal para dar mayor estabilidad a los objetos que coloques encima.

Mesas de centro de cristal: para un toque moderno

La mesa de centro de cristal es un modelo popular para añadir un toque decorativo a una habitación. Ya sea totalmente de cristal o sólo la parte superior de cristal, sus líneas limpias añaden un toque minimalista a un interior lleno de piezas de diseño. Además, el cristal es un material que deja pasar la luz, por lo que es recomendable optar por una mesa de centro de cristal en espacios pequeños con poca luz. ¿Te resistes a dar el paso porque temes que se rompa con facilidad? Las mesas de centro son de cristal templado, lo que las hace resistentes a arañazos e impactos.

La mesa de centro de mármol: un toque chic para tu salón

El mármol es una piedra natural de grano suave y sedoso. Se presenta en diferentes colores, todos salpicados de vetas formadas por cristales de calcita. Estas vetas hacen que cada pieza de mármol sea única (algunos mármoles son más veteados que otros). Instalar una mesa de centro de mármol en un salón le da una innegable nota chic y elegante. Su acabado de alto brillo, con un efecto casi de espejo, aporta luminosidad al salón. Además, este material es muy resistente al calor y los arañazos. Sin embargo, el mármol es muy poroso y es fácil que aparezcan manchas en su superficie si no se protege. A pesar de su relativa robustez, sigue siendo frágil y tiende a agrietarse si se deja caer un objeto pesado.

La mesa de centro nido: práctica y atractiva

Tener una mesa de centro nido significa tener dos o tres mesas por el precio de una. Como su nombre indica, se trata de una mesa de centro formada por varios tableros que pueden encajarse unos sobre otros, como si de una muñeca rusa se tratara. Esta mesa de centro modular se puede dividir según tus gustos y, sobre todo, tus necesidades. Es especialmente práctica si sueles recibir invitados a menudo: tus invitados pueden colocar fácilmente sus vasos y platos junto a ellos, lo que puede evitar algunos accidentes (tu alfombra te lo agradecerá).

La mesa de centro marroquí: una pieza excepcional para tu salón

La mesa de centro marroquí suele tener forma redonda u octogonal, lo que le confiere un carácter acogedor. Combina perfectamente con un interior oriental, pero también puede añadir un toque exótico a una decoración más moderna. Está hecha a mano tradicionalmente, en madera, cobre o zellige (azulejos marroquíes), y es digna representante de la artesanía marroquí: las mesas de madera están finamente talladas con motivos geométricos o florales, mientras que las de cobre se martillean a mano para ofrecer reflejos únicos. Son versátiles, y se pueden utilizar como mesas de té o mesas auxiliares. Acompañada de reposapiés, la mesa de centro marroquí es ideal para crear un espacio relajante.

La mesa de centro práctica: elevable, extensible y con espacio de almacenamiento

La mesa de centro elevable y extensible es una auténtica navaja suiza del mobiliario. De naturaleza modular, combina varias características para optimizar el espacio de tu salón: la altura y/o la anchura son ajustables para adaptarse a tus necesidades. En posición baja, se puede utilizar como una clásica mesa de centro para colocar revistas, mandos a distancia o incluso tazas de café, de modo que siempre estén al alcance de la mano. Cuando se levanta, se convierte en mesa de comedor o escritorio para trabajar. Algunas mesas de base elevable ofrecen incluso almacenamiento integrado, bandejas extraíbles o patas retráctiles para adaptarse a cualquier situación.